lunes, setiembre 05, 2005

Una vida en la Corte

¿¿Cumpliré 59 años??

Es más... ¿¿por lo menos llegaré a los 45??

Con mis 27 no tan bien llevados, no me preocupa en lo absoluto, valgan verdades. Y tengo días en que ni siquiera me creo mi edad. Y en parte porque muchas cosas aún me parecen que las percibo con tal impacto que no necesito retrotraerme a tal o cual tiempo pretérito en mis años.

Por eso, Queen no es un recuerdo vívido de esos "good-old days", no. Es ya una realidad imperecedera desde hace mucho. Es la emoción constante cada vez que escucho sus melodías donde sea (desde polladas hasta mi discman). Es una lágrima por las noches o una sensación de éxtasis caminando por alguna calle de esta gris Lima.

Mi fanatismo fue tardío. Como cuando recién te enganchas a un sitcom el cual esperas cada semana, y luego te enteras que se acaba la siguiente temporada. Enganachado cada miércoles a radio Miraflores, programa de una hora, a las 7 de la noche. Cada semana bajando a galerías, cada semana un nuevo álbum, una rareza, un videol, una camiseta que calme el hambre. Ahora respiro tranquilo, sé que es perenne. La Reina vive, y tiene para largo.

Queen Live Aid

Una noche de 1991 escuchaba que Freddie Mercury moría a los 45 años.
Claro, como si no supiera desde un principio que ya tenía el pasaje comprado a la inmortalidad.

Freddie live at Wembley 05

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