miércoles, agosto 23, 2006

::2006_el.grito.se.desvanece::

::primal.scream::riot.city.blues

Primal Scream - Riot City Blues

Una de las cosas que más detesto de U2 tiene nombre propio: Rattle And Hum. Sobre todo por el hecho de que me parecía inconcebible que un anglosajón (¡encima irlandés!) quisiera sonar como un negro del Delta de Mississippi. Claro, ese disco en parte ayudó a que, tras la vapuleada de rigor, la banda redefiniera su sonido y luego hicieran historia con el Achtung Baby y bla al cubo; algo que, por el contrario, celebro de la mancha de Bono. Casi 20 años después de ese exabrupto, mi consuelo sería que después de este Riot City Blues, Bobby Gillespie y su tropa (que aún cuenta con Mani, el ex Stone Roses, en sus filas) se convenzan que el futuro es hoy. Porque esa es la conclusión a la que llegué cuando escuché el Screamadelica (1991): un disco con el que Primal Scream había definido lo que vendría después, y que a la vez quedaría para siempre encapsulado como un referente inevitable para hablar de los inicios del movimiento rock + rave, vital para el nacimiento del brit pop noventero. Ojo que este tipo de baches no le es raro a la banda: Give Out But Don’t Give Up (1994), justamente el disco que sucedió a ese magistral disco del 91, los devolvía a terrenos más aterrizados hacia un rock and roll de folleto, hecho de clichés, y sin sorpresas, salvo “Funky Jam”, tema que tocan junto a George Clinton y que, como el nombre lo dice, hace que menees hasta el estenocleidomastoideo. Lo mismito siento de este Riot City Blues. Ya desde el título me despertaba cierta desconfianza… y vaya que me pagaron con creces: “Suicide Johnny & Johnny Guitar” está dedicada a Kate Moss y Pete Doherty. Come on!!! El disco está repleto de temas con tonadas country y rockanrolezcas de lo más estereotipadas y los títulos más zopencos que les he visto: “Country Girl”, “We’re Gonna Booggie”, “Stone Ya To The Bone”. Y ni porque homenajean a los New York Dolls en el tema “Dolls (Sweet Rock And Roll)” -otro título zopenco- me quedan ganas de escuchar este disco de nuevo. Qué paja es el Vanishing Point (1997), cómo les cambió la cara. A rezar por Primal Scream, no más. ¡Vamos, Mani, a ver si haces que el Gillespie se saque aunque sea un Zooropa para la próxima!

Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 2.5 License.