En caso de ansiedad, quiero mi elefante

Tuve un peluche cuando niño. Un elefante. Plomo él, vestido solo con un polo rojo. Parado sobre sus 2 patas, las otras 2 extendidas hacia arriba, el mismo lugar hacia donde apuntaba su trompa. No recuerdo dónde pude haberlo perdido. Y lo recuerdo porque hay noches que son precisas para abrazarlo.

A veces pienso que esto de no poder encontrarte con quien quieres es una suerte de prueba. Estoico, la soporto, más por inacción y/o impotencia que por demostración de voluntad propia. Ya hasta parece chiste...

Aunque sí detesto las cancelaciones, las excusas, los malos entendidos, el pensar en vez de hacer, el creer que..., la falta de "timing", y el silencio.

Y es que lo único que anhelo, es simplemente que, llegado ese día por fin, poder decir todo lo que quiero. Y bueno, escuchar que me lo digan también, cómo no...

Sin complicaciones, por favor. Y sin farfullar.