domingo, setiembre 24, 2006

::2006_kindness.is.not.a.weakness::

::headlights::kill.them.with.kindness

Headlights - Kill Them With Kindness

POP. Hay algo en esas letras que cuando te atrapan, no las dejas. Y algo así han logrado para sí
Tristan Wraight [guitarras] y Erin Fein [teclados, sintes]. La melodía corta, pegajosa, tarareable. Las voces frescas, ligeras, complementarias. Y la ventaja de contar con la predisposición del oyente de turno a pasar un buen rato. Todo servido entonces. Headlights irrumpen con Kill Them With Kindness, 45 minutos de [noise e indie] pop, que tiene la personalidad suficiente para colocar "Your Old Street" en el track 1. Un arranque de cuerdas bastante elaborado y subyugante, además de extenso. Ninguna de esas notorias características son defectos, sino todo lo contrario, ya que se dan maña [aunque la palabra correcta sería "inteligencia"] para saber desarrollar una canción redonda [deliciosos los xilófonos, ni qué decir la interpretación vocal]. Todo se ensambla a la perfección a partir de ahí, ya que establece el ambiente por el que discurrirán los 13 temas restantes. Dividido en 2 partes separadas por el efímero instrumental "The Midwest Is The Best" [¿será porque el trío -completado por un pata suyo de Chicago, Brett Sanderson en la teba- es oriundo de Illinois], los primeros 6 temas tienen un cariz más introspectivo y orquestal. "Put Us Back Together" se alza como la indiscutible canción insignia de esta primera parte. La voz de Erin Fein es tan dulce como evocativa, y los intrumentos pasan de su inicial delicadeza a un frenético aunque controlado final. Previo al mencionado instrumental, "Owl Eyes" parece darnos una pista de lo que vendrán en la segunda parte. Ánimos elevados, instrumentación más acelerada, temas más cortos y ágiles. "Lions" y esa harmónica juguetona desencadena el lado happy del disco, esta vez teniendo con la voz de Wraight como protagonista. En esta parte, el protagonismo se lo roba "Words Make You Tired" y esos teclados diseñados para ser silbados [la labor de Fein en ese sentido alcanza una mayor notoriedad en los últimos tracks del disco, en donde también sobresale "Sings Point To Yes (But Outlook No So Good)"]. Me inclino más por este tema que por "Hi-Ya!", dado que el símil con algún track perdido de Mates Of State es sorprendente. Pero agradable, por supuesto. The Cure, Yo La Tengo, Grandaddy y Stars reunidos y mezclados. Headlights matará el aburrimiento de tus días con dosis de pop sutil y elaborado. No hay necesidad de hacer tanto escándalo al respecto.

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::2006_respondiendo.al.llamado::

::the.longcut::a.call.and.response

The Longcut - A Call And Response

Sucede cuando "descubres" una banda, que te empatas inmediatamente con todos aquellos grupos que nacen de las semillas diseminadas por el sonido de aquella agrupación original. Tocando en Helicon [¿recuerdas?], nos topamos con todas aquellas agrupaciones que identificábamos como el resultado de someterse a la audición de My Bloody Valentine. Nuestros ensayos se hicieron cada vez más esporádicos, pero la costumbre se entercaba en no dejarnos. Desde Slowdive hasta Quasi, pasando por Kinski y, cómo no, Mogwai, algunos más, otros no tanto, el llamado, ejem, post-rock, ya había hecho mella en nosotros [o porque los sindicábamos como nuestros referentes más próximos -léase "sí podemos sonar así"- o porque su magnitud solo era constrastada por nuestra absoluta admiración -y creciente envidia, desde luego sana en la medida de lo posible-]. Entonces, este debut en largo de The Longcut [tienen como 4 EP's previos], llega a mis oídos apadrinado por aquella bendita etiqueta: rock de ambientes espaciales, un disco con el suficiente impacto para pararles la oreja. Digo esto en parte porque son un trío nada más [su cantante original se quitó porque el estilo de vida del rockandroll no iba con él. Ya]: John Fearon toca el bajo, Lee Gale empuña la guitarra, y ahora la voz cantante pasó a ser la función del baterista [¡!] Stuart Ogilvie. Quien no contento con eso, también se hace notar con los teclado [¡¡!!], dejando a una drum-machine hacer las partes rítmicas en algunas canciones. Lo cual hace interesante los tracks de este A Call And Response, pues hay un pulso dance-rock que se apodera de temas como "A Quiet Life", el cual a pesar de su engañoso título, te invita al baile más que a la contemplación [(d)efecto al cual recurre muchas veces el género], aunque en "Gravity In Crisis" algo de eso último hay, y en la perfecta medida. Lo bacán de la pericia instrumental de Ogilvie es que sabe cuándo darle notoriedad a los ritmos programados, y cuándo apagar su máquina invitando a la batería "real" para que asalte los temas, ya sea con vigorosidad ["Spires"], o con un acompañamiento mesurado ["The Kiss Off"], o de plano, dejando que el protagonismo recaiga íntegramente en esos beats ["Vitamin C"]. Y encima, SABE cantar. El inicio convincente que es "A Last Act Of Desperate Men", a pesar de sus casi 7 minutos, es la mejor invitación a degustar de plano todo el cd. Y "Holy Funk", la muestra de la versatilidad de este trío de Manchester al elaborar un canción con pocos cambios en su estructura [ya pues, repetitiva, si quieres], salvo las notas del teclado de Ogilvie, mientras que "Lonesome No More!", cuyo título me gusta, te convence de lo bien que el nervio melódico tanto de Gale como de Fearon te mantiene atento aquí y durante toda la placa, para casi al final escuchar unos redobles de tambores que redondean la faena. Que no estarán en tu lista de downloads urgentes, ni aparecerán como lo básico dentro de este estilo. Pero digamos que para lo hecho por The Longcut aquí, me basta como para buscar cualquier grupo que aparezca junto a su nombre, dentro del entrecomillado "suena como...", y vale aclarar: ése es el llamado que siempre me place responder.

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jueves, setiembre 21, 2006

::2006_cualquier.chica.puede.hacerme.sonreir...::

::ant::footprints.through.the.snow

Ant - Footprints Through The Snow

Relacionar ahora discos con chicas resulta pues trillado. He estado pensando y trataré de ser un toque innovador, jeje. ¿Qué tal si relacionamos la musica con perros?, a veces las mujeres no valen tanto como un perro o como un disco, ni siquiera como una canción, que aunque no lo creas muchas veces puede salvarte la vida (eh... estoy hablando de LA canción), aunque un perro también, ¿no? Ya ya ya, una mujer también. Entonces empecemos... uhmm, pera', es que también resulta poco ingenioso utilizar el día domingo, así que nos situaremos en... ¿lunes? ¿Puede ser? ¡Ya! ¡Sale! Quedemos en lunes. Ya, lunes con tu perro... ¡Aguanta, aguanta!, pero también caeríamos en el facilismo si nos ubicamos en invierno u otoño así que ya, lunes con tu perro en primavera, ¡ta' mare'! ¿pero a qué hora? Resultaría manido escribir "en una tarde" así que ya a la mierda, lunes de primavera con tu perro en la mañana, ¿ta' bien? ¿chévere si o no? Pucha, pero ahora que recuerdo yo no tengo perro, ¡qué chu! Lo imagino, solo me basta poner play y ahí está, acurrucado conmigo, es un cocker spaniel con sus orejotas peludas y esa mirada arrepentida que te colma de ternura y te jura fidelidad eterna; recuerda que es lunes en la mañana de primavera con tu perro, es que trata de entenderme, es su mirada, la mirada lo es todo, mientras el sr. [Anthony] Harding [*ex-baterista de Hefner] te comenta que cuando tu corazón se parte en pequeños pedazos puedes escucharlos tintinear mientras caminas de regreso de su mundo al tuyo, y tu can o tucán (que dicho sea de paso, también suena bastante interesante: "primavera con tu tucán lunes en la mañana") está ahí y sigue mirándote, atento, de hecho que él también está disfrutando tanto el disco como tú, se nota pes, se nota pes, se nota cuando alguien está disfrutando tanto algo como tú, la mirada pes, por eso hablaba de las miradas pes, estamos solos y es cuando sientes tarde o temprano, inevitablemente lo sientes, ese pellizco en el corazón y ¡puta madre!, aparece ella, chessssss, siempre tiene que estar ahí, en todas las canciones bonitas de mi vida. Quieta pendeja, ¿qué pensaste? Jajajaja, ahora seguro va a decir que miro por mi ventana como pasa la triste mañana. Naaaaaaaa, más bien contemplo observando la puerta que da a la sala, intentando que estos días sin ti no me duelan tanto al encontrar mi cama un poco más vacía, algún día encontraré una manera más rápida de robarte un beso.

::por.douglas.lobaton

[*esas cursivas siguen siendo mías]

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lunes, setiembre 18, 2006

::2006_de.vuelta.a.casa::

::christina.ronsenvinge::continental.62

Christina Rosenvinge - Continental 62

La moraleja de algún cuento perdido es algo así: Para crecer, debes salir de casa. Para saber cuánto has crecido, debes regresar. Bueno, pues, esta flaquita pálida, ya pasando los 40, puede contar su propia versión. Por aquí todavía sigue siendo recordada por las radios debido a lo hecho en aquél primer
Que Me Parta Un Rayo con Los Subterráneos (1992). Y es recordada porque es el disco perfecto para la FM, con sus melodías dulces, los temas sobre el amor y sus decepciones, y varios singles-hit que muchos cantan hasta hoy. Al punto que llegó a venir por estas costas y dar un par de conciertos (a los que no fui, maldita sea). Y bueno, prácticamente eso es todo lo que recuerdan. Claro, su siguiente disco fue esperadísimo... y casi simultáneamente olvidado apenas salió. ¿Razones? que era demasiado, ¿cuál es la palabra?, "crudo" para las radios. Mejor para algunos, pero no para "su" público, aquel que no se cansaba -ni siquiera hoy- de tararear "Mil Pedazos", "Tú Por Mí", "Tengo Una Pistola", "Voy En Un Coche", "Pulgas En El Corazón", en fin... Toda esa inocencia del primer disco es trastocada en Mi Pequeño Animal (1994). A pesar de haber lanzado un single que sonó mucho (adivinaste, los siguen pasando incluso hoy) como es "Pálido", y de haber venido otra vez para dar otro par de conciertos (a los que tampoco fui, maldita sea), pues el disco no caló. Asumo que eso facilitó que, en primer lugar, se deshiciera de Los Subterráneos, y como lógico paso 2, que cambie de rumbo musical. Llega Cerrado el 97, cuyo single "Solo" es un favorito personal, pero no tuvo buena recepción de parte de cierta crítica, y fue seguido por Flores Raras un año después (disco en vivo, que confieso no he escuchado). ¿Qué seguía, entonces? Cambiar de aires. Llega el nuevo siglo, y la madrileña abandona su península, hasta llegar a Nueva York. Conoce a los Sonic Youth Lee Ranaldo y Steve Shelley, y con ellos graba Frozen Pool (2001), cantado íntegramente en inglés, y que tuvo buen recibimiento. Inmediatamente después llega Foreign Land (2002). Es correcto suponere que Continental 62 (nombre tomado por el número de vuelo que conecta Madrid con La Gran Manzana) es el pertinente cierre de la trilogía: un disco para la partida, otro para la estancia, y éste para el regreso al hogar. Ya con un respeto ganado (y no solo por codearse con los músicos con los que graba sus discos -súmale Tim Foljahn, pata de Cat Power-), se muestra incluso más arriesgada que desde ese primer paso dado en Frozen Pool. Además con la novedad de ahora sí traer 3 canciones cantadas totalmente en español, de las que destaca "Teclas Negras", oscura, nigérrima balada, y especialmente "Tok Tok", con esa línea genial que recita "solo se puede renacer después de la humillación". Pero el premio mayor se lo lleva la (ésta sí) cruda "White Hole", de una visceralidad contenida y angustiante. Bacán que Christina Rosenvinge haya encontrado otra ruta ("evolución" como le llama ella misma) y no quiera parecerse a Lou Reed, sin refugiarse en su perversa dulzura como único mérito. Ahora, ya en España, esta sobreviviente de aquella (no para todos) resaltante Movida madrileña, puede descansar (si sus 2 hijos lo dejan) orgullosa de haber armado un álbum que resume pop de cámara, indie americano, score de film noir, y mucha personalidad. De culto o no, qué más da, se le sigue apreciando. ¿Qué le falta? ¿Plantar un árbol tal vez, no?



**actualización_20.set.06**

Christina Rosenvinge vuelve a dejar Madrid... para venir a Lima. Será este 21 de Octubre en el María Angola.
A la quinta será la vencida, oh yeah! ;)


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domingo, setiembre 17, 2006

::2006_para.que.no.te.desmayes::

::bardo.pond::ticket.crystals

Bardo Pond - Ticket Crystals

La primera vez que lanzé fue, puta, 2001, 2002 creo, el día de mi cumpleaños a las 10 am. No sabía cómo se hacía ni los efectos: osea fumé por huevón. No sentía nada, a los 10 minutos me desmayé y tenía una taquicardia de la reconchasumadre y pensaba que me iba a morir en el acto. Luego dicen que hablé huevada y media durante 2 horas (¿se imaginan eso?); desde ese día me prometí que nunca mas volvería a fumar en mi vida, jeje y si pes toy limpio desde esa vez , pero la mayoria de mis patas lanzan (sino son todos, incluso el dueño de este blog, sino pregúntenle dónde está su DNI -empeñado-) y me cuentan que es chévere. Jeje, su nota pe', que perciben todo de manera distinta: Belle and Sebastian se parece a Mogwai, que New Pornographers tiene las mismas estructuras de canción que Cat Power y sandeces parecidas. Aunque me parece sumamente interesante eso de la percepción pero putamare, 1) me puedo volver a desmayar y hacer el ridículo frente a mi a mamá, y 2) que no quiero tener más vicios, suficiente ya con los cigarros, la coca cola y el bendito wazzu. Si tu caso es parecido al mío pues te tengo buenas nuevas:
B A R D O P O N D es un scanazo del tamaño del brazo de un bebe, tres llaves de pura, como diría Juan Brujo, bien puestos y a secas o aplicarse un crackcito bajo los puentes de Miami rodeado de latinos. B A R D O P O N D es un sedante, no necesitas nada más, sólo despanzúrrarte en tu cama y verás como la música hace el resto, la voz de Isobel Sollemberger parece entrar por tus venas cual heroína (la droga), aquella heroína (el femenino de héroe) que ha venido a salvarte de tu realidad, no de la realidad general (???): su voz te hipnotiza, su voz es Tony Kamo, te ordena qué hacer y no puedes negarte, estás indefenso, idiotizado, ¡¡¡ya quemaste!!! Las guitarras de la dupla -------------- y ------------------- (así está el texto original, no es joda) son como la fuerza del agua en una lavadora, imagina que eres un polo dentro de una lavadora, similar efecto es escuchar a esos chuchas hacer mierda sus instrumentos, aniquilan tu cerebro como cámara escondida de Videomatch destrozando los carros de sus víctimas. No es necesario pensar, todo es fébril, es excesivo, es el pajazo de tu vida. Las canciones son eternas (13, 15, 18 minutos), los momentos son eternos, no tengas miedo, solo no te vayas a desmayar.

::por.lupita.carrasco


(
las.cursivas.son.mías.y.mi.dni.no.está.empeñado)

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jueves, setiembre 14, 2006

::2006_carretera.al.amor::

::graham.coxon::love.travels.at.illegal.speeds

Graham Coxon - Love Travels At Illegal Speeds

Se cuentan con una mano aquellos músicos que tras haber pertenecido a una banda cuyo éxito radicaba en tener un sonido distintivo, se hayan podido destacar de aquéllos, e incluso tener más éxito, sin ser una mera fotocopia o una lograda extensión de sus agrupaciones originales. Cuando Graham Coxon deja Blur (o lo botaron, todavía no me queda claro), francamente no esperaba mucho ni de él -así soy de malcriado, a veces- ni de lo que pudiera hacer el trío restante. Como para callarme, Damon Albarn y sus patas sacaban Think Tank (2003), y hubiera preferido que no lo hayan hecho y paren ahí la máquina. Coxon, que participó en algunas sesiones de grabación de ese disco -aunque solo acredita colaboración en el último track, "Battery In Your Leg"-, ya había publicado 4 discos como solista para cuando dejaba la alineación de Blur definitivamente. Love Travles At Illegal Speeds suma su séptima aventura solista. A sus 37 años, azarosamente vividos, se le ocurre salirnos con un disco que como no podía ser de otra forma, habla de "el amor". Asumo que ya a esa edad, el hecho de querer "sentar cabeza" pesa más y afecta muchas de las actividades predominantes de tu vida. Chau drogas, chau trago, chau depre. Todo un cambio. Y lo lógico también es buscar un sonido que te sirva de catalizador. Parecerse a Blur, sería pues, suicidarse. Debo reconocerle algo: se ha esforzado en destacar más como compositor de canciones que impresionar con alguna técnica guitarrera, y eso es saludable. Huellas de punk rock cosecha '77 hay (bien ahí con la filia a la banda de Pete Shelley, Buzzcocks), en canciones como "Don't Let Your Man Know", "Gimme Some Love" y "You Always Let Me Down". Y también mucha vibra beatle por ahí, como en "Don't Believe Anything I Say" y "See A Better Day". Love Travels... es un buen disco, diferente a, digamos, lo que alguna vez mostró con "Coffee & TV" -o incluso "Tender"- en su antigua banda, pero si más o menos has seguido su travesía solista, notarás que aquello que ahora nos quiere mostrar es que, primero, no los extraña, y segundo, que Blur ya no puede seguir sacando más discos sin él. Graham Coxon posee el talento y la inteligencia para sacar un disco que suena no a lo que solía hacer, sino a lo que sus sinceras inquietudes apuntan, tanto en sonido como en temática. Tal vez no supere las cotas alcanzadas con sus ex-compañeros, pero digamos que el flemático que todos llevamos dentro sabrá entenderlo. Ay, el amor.

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::2006_cosa.más.grande,chica::

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Cat Power - The Greatest

Ella es Chan Marshall, a.k.a. Cat Power. Mírala bien. Puede ser cualquier chica por la que dejarías de ir a clases. A la que le invitarías algún bocadillo. La dirías para salir y tomarse unos tragos (o tal vez solo agua, es que justo te cuenta que acaba de salir de rehabilitación). Parece ser del tipo de las que no se molestaría en recibir una oferta como esa, y salen. Te darías cuenta que te gusta pasar el tiempo con ella, teniendo alguna larga caminata y que pueden hablar de cualquier cosa, de lo que sea (y te encantaría que esa fuera la letra de una canción, y que encima se llame "Could We"). Seguramente le sugerirás irte a algún lugar en donde puedas charlar con tranquilidad, que la bulla te mata. Ella estaría de acuerdo. Sueñas conque en el camino te confiese que toca el piano, y eso te parecerá lo más sexy del planeta. Tú para no quedarte atrás, le dirías que tienes un blog, y que, cómo no, escribes sobre música. Seguramente te preguntará que bandas te gustan y para anotarte puntos, le dirás Tori Amos y Fiona Apple, aunque mejor te parece Norah Jones, e incluso Kate Bush (pero prefieres no decirle que su último disco no te gustó, no vaya ser que a ella le haya encantado y malogras la velada). Y así pasarías largos momentos en silencio, solo por el gusto de escuchar su voz, sus palabras, sus ideas, sus tics, sus suspiros, su respiración. Y a medida que pasen los minutos, notarás algo en ella: te encanta su melancolía, su nostalgia, su forma de ser tan taciturna. Más, todavía, cuando te invita a su casa para hacerte escuchar sus nuevas canciones. Y una vez ahí, tal vez, solo tal vez, la cosa cambie... The Greatest, el nuevo disco de tu nueva novia soñada, sufre de algo que, a falta de un mejor concepto, puede resultar un turn-off: Marshall está feliz. No parecía cuando se le escuchaba confesar con desolación y decepción "Once I wanted to be the greatest / No wind or waterfall could stop me" apenas comienza el cd, pero es a partir de la ya mencionada "Could We" que Cat Power, junto a sus músicos de sesión, cortesía de la ciudad de Memphis (donde ya grabó otro disco en 1996, What Would The Community Think?, el segundo de los 7 que ya ha firmado, algo tiene esa ciudad), e imbuída en ese espíritu soul nos entrega un puñado de correctísimas canciones, ricas en arreglos de instrumentos varios (guitarras con slide, cellos, trompetas, etc.), y que de tener una mejor predisposición para el optimismo estaría celebrando hasta el hartazgo (por eso me encanta "Hate", solo ella, su ira y su guitarra). Pero, vamos, no es su culpa si ha querido comenzar una nueva etapa, por lo menos musicalmente. Son ya más de 10 años desde su debut Dear Sir en 1994 (y vieras la cara de niña que todavía se maneja...). El buen ánimo parece embargarla en ciertos pasajes, y sus líricas están ahí para juzgarla, como en "The Moon" cuando nos dice "When I lay me down / Will you still be around / When they put me six feet underground / Will the big bad beautiful you be around", el amor cobra notoriedad en The Greatest, al punto que llega a decirte que no te atrevas a odiar a tu nueva pareja ("Empty Shell") o expresar el deseo de encontrar algo nuevo en una relación rutinaria ("Love & Communication"). Colaboran en este The Greatest (no confundir con un Greatest Hits, cuidado) repútadísimos y respetadísimos músicos de sesión: el guitarrista de Al Green, Mabon Hodges, también su bajista Leroy Hodges, y el batero Steve Potts (yo recién los manyo, mucho gusto), y por eso te sonará alejado del folk que Cat Power hace sonar cual embrujo y que tan bien te supo en You Are Free (2003), su anterior disco. Lo cual, valgan verdades, no es ningún despropósito, ya que igual caerás redondito, redimido a sus encantos. Después de todo, tras escucharla cantar preguntándose "Where Is My Love?", para responderse ella misma "in my arms, finally", tu respuesta siempre será "aquí, Cat, aquí está".

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