::2006_carretera.al.amor::
::graham.coxon::love.travels.at.illegal.speeds
Se cuentan con una mano aquellos músicos que tras haber pertenecido a una banda cuyo éxito radicaba en tener un sonido distintivo, se hayan podido destacar de aquéllos, e incluso tener más éxito, sin ser una mera fotocopia o una lograda extensión de sus agrupaciones originales. Cuando Graham Coxon deja Blur (o lo botaron, todavía no me queda claro), francamente no esperaba mucho ni de él -así soy de malcriado, a veces- ni de lo que pudiera hacer el trío restante. Como para callarme, Damon Albarn y sus patas sacaban Think Tank (2003), y hubiera preferido que no lo hayan hecho y paren ahí la máquina. Coxon, que participó en algunas sesiones de grabación de ese disco -aunque solo acredita colaboración en el último track, "Battery In Your Leg"-, ya había publicado 4 discos como solista para cuando dejaba la alineación de Blur definitivamente. Love Travles At Illegal Speeds suma su séptima aventura solista. A sus 37 años, azarosamente vividos, se le ocurre salirnos con un disco que como no podía ser de otra forma, habla de "el amor". Asumo que ya a esa edad, el hecho de querer "sentar cabeza" pesa más y afecta muchas de las actividades predominantes de tu vida. Chau drogas, chau trago, chau depre. Todo un cambio. Y lo lógico también es buscar un sonido que te sirva de catalizador. Parecerse a Blur, sería pues, suicidarse. Debo reconocerle algo: se ha esforzado en destacar más como compositor de canciones que impresionar con alguna técnica guitarrera, y eso es saludable. Huellas de punk rock cosecha '77 hay (bien ahí con la filia a la banda de Pete Shelley, Buzzcocks), en canciones como "Don't Let Your Man Know", "Gimme Some Love" y "You Always Let Me Down". Y también mucha vibra beatle por ahí, como en "Don't Believe Anything I Say" y "See A Better Day". Love Travels... es un buen disco, diferente a, digamos, lo que alguna vez mostró con "Coffee & TV" -o incluso "Tender"- en su antigua banda, pero si más o menos has seguido su travesía solista, notarás que aquello que ahora nos quiere mostrar es que, primero, no los extraña, y segundo, que Blur ya no puede seguir sacando más discos sin él. Graham Coxon posee el talento y la inteligencia para sacar un disco que suena no a lo que solía hacer, sino a lo que sus sinceras inquietudes apuntan, tanto en sonido como en temática. Tal vez no supere las cotas alcanzadas con sus ex-compañeros, pero digamos que el flemático que todos llevamos dentro sabrá entenderlo. Ay, el amor.
Se cuentan con una mano aquellos músicos que tras haber pertenecido a una banda cuyo éxito radicaba en tener un sonido distintivo, se hayan podido destacar de aquéllos, e incluso tener más éxito, sin ser una mera fotocopia o una lograda extensión de sus agrupaciones originales. Cuando Graham Coxon deja Blur (o lo botaron, todavía no me queda claro), francamente no esperaba mucho ni de él -así soy de malcriado, a veces- ni de lo que pudiera hacer el trío restante. Como para callarme, Damon Albarn y sus patas sacaban Think Tank (2003), y hubiera preferido que no lo hayan hecho y paren ahí la máquina. Coxon, que participó en algunas sesiones de grabación de ese disco -aunque solo acredita colaboración en el último track, "Battery In Your Leg"-, ya había publicado 4 discos como solista para cuando dejaba la alineación de Blur definitivamente. Love Travles At Illegal Speeds suma su séptima aventura solista. A sus 37 años, azarosamente vividos, se le ocurre salirnos con un disco que como no podía ser de otra forma, habla de "el amor". Asumo que ya a esa edad, el hecho de querer "sentar cabeza" pesa más y afecta muchas de las actividades predominantes de tu vida. Chau drogas, chau trago, chau depre. Todo un cambio. Y lo lógico también es buscar un sonido que te sirva de catalizador. Parecerse a Blur, sería pues, suicidarse. Debo reconocerle algo: se ha esforzado en destacar más como compositor de canciones que impresionar con alguna técnica guitarrera, y eso es saludable. Huellas de punk rock cosecha '77 hay (bien ahí con la filia a la banda de Pete Shelley, Buzzcocks), en canciones como "Don't Let Your Man Know", "Gimme Some Love" y "You Always Let Me Down". Y también mucha vibra beatle por ahí, como en "Don't Believe Anything I Say" y "See A Better Day". Love Travels... es un buen disco, diferente a, digamos, lo que alguna vez mostró con "Coffee & TV" -o incluso "Tender"- en su antigua banda, pero si más o menos has seguido su travesía solista, notarás que aquello que ahora nos quiere mostrar es que, primero, no los extraña, y segundo, que Blur ya no puede seguir sacando más discos sin él. Graham Coxon posee el talento y la inteligencia para sacar un disco que suena no a lo que solía hacer, sino a lo que sus sinceras inquietudes apuntan, tanto en sonido como en temática. Tal vez no supere las cotas alcanzadas con sus ex-compañeros, pero digamos que el flemático que todos llevamos dentro sabrá entenderlo. Ay, el amor.
Etiquetas: 2006, coxon, graham, illegal, love, speeds, travels
2 Comments:
Cierto carajo...
Vamos a comprar los 4 discos que me faltan de Graham ,,,
Me dijernon o lei por ahi que paricipo en 3 cancionesdel Think Tank y ¨SE FUE¨ por su cuenta,,,
Ojala BLur no haga otro mas... al menos sin el / lo dudo
pero el hAPPines in Magazines estuvo muy bueno
Sí, ese disco es agradable. Sin reinventarse, lo de Coxon es destacable al menos. A ver si Albarn puede ir más allá de Gorillaz... y sin Blur.
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