::built.to.spill::you.in.reverse
"Qué lindo suena ese huaynito, escúchalo Ceci", le decía mi efusiva abuela Esperanza a mi tía, durante los primeros minutos que se escuchaba "Goin' Against Your Mind" desde mi pc. Sirva esta curiosa anécdota para graficar el entusiasmo que no sólo en mí (o mi familia, jeje) ha suscitado este discazo. Claro, para mi abuela esto del rock no es algo que la altere ni mucho menos. Es decir, soportó a mi tío con sus elepés de Hendrix, Sabbath y Santana. Y en realidad, estos símiles no son gratuitos. Acá hay una bien entendida nostalgia por el rock. La banda de Idaho ha logrado editar un disco del que sus fans hablarán por años, y los nuevos feligreses saldrán corriendo a conseguir los 5 anteriores apenas acabe "The Wait", alucinado tema que cierra el disco (sus segundos finales suenan como si un grupo de platillos voladores estuvieran haciendo alardes de sus claxons). Desde la urgencia que suda "Goin' Against Your Mind" este You In Reverse no da tregua. Estos 8 minutos iniciales parecen hacerte levitar, brincar, extasiarte. Maestra la viola de Doug Martsch, con punteos que te cosquillean, te hincan, te dejan inquieto, y una batería contundente. El disco no se agota aquí, ya que "Conventional Wisdom" es un triunfo pop, un estribillo pegajosísimo, inolvidable, y a pesar de su extensión -como la de casi todas las canciones del disco- no satura. Hay piezas más calmas como "Saturday" y su oportunísimo follow-up "Wherever You Go". Y antes del indeseado final, "Mess With Time" es el ya no ya que toda obras maestra sabe ocultar al fondo del suculento menú. Después de 5 años de silencio, lo menos que podía desear era un regreso por todo lo alto. Y no me refería a sus pastruladas, sino exactamente a lo que suena You In Reverse, un disco conciso, con solos rock -¡¡¡!!!- y unas voces flamígeras, sentidas y apasionantes. Ya tengo mi disco del año, al derecho y al revés.